“La robótica nos hace la vida más fácil”

Álvaro Martínez está muy orgulloso de haber sido ganador en las tres ediciones que se han celebrado del ASTI Robotics Challenge, la mayor competición de robótica de España organizada por la Fundación ASTI. Gracias a esta hazaña, este joven burgalés está realizando sus prácticas en ASTI Mobile Robotics, la empresa líder en robótica móvil de Europa, donde está trabajando en el refactor del DataLogger, “un pequeño ordenador que va en los vehículos de guiado automático (AGVs) que se encarga de comunicar al controlador del robot con los servicios que están alojados en la nube”.

 

Para Álvaro Martínez, “la robótica nos está haciendo la vida más fácil a todo el mundo”, ya que, además, cualquier casa tiene hoy un robot aspirador o un robot cocina. Y añade con contundencia: “la robótica está dando respuesta a problemas de primera necesidad como son las impresoras industriales que crean casas en menos de 72 horas para aquellos que más lo necesitan”. Tiene muy claro que la robótica es sinónimo de futuro y subraya que ahora es primordial educar a los niños en este tipo de destrezas para garantizarles el “mejor mañana posible”.

 

De su paso por la competición, asegura, que fue “la excusa perfecta para ponerme en serio con la robótica”, hasta ese momento solo un hobby. Pero ASTI Robotics Challenge le sirvió, asimismo, para “conocer a mucha gente interesante, por ejemplo, rivales que a día de hoy son amigos o toda la ‘tripulación’ de ASTI, que ahora son compañeros de trabajo”. Sin olvidar, por supuesto, a los diferentes equipos de toda España con los que tuvo la suerte, dice, de competir durante los seis meses en los que se desarrollan las distintas etapas o fases del concurso.

 

Aunque Álvaro solo participó en equipo la primera edición de ASTI Challenge, destaca la importancia de la buena organización que deben tener todos los miembros del grupo para ir superando las diferentes pruebas, puesto que el tiempo que hay entre una y otra es bastante justo y el trabajo que se requiere para diseñar el robot con el que se competirá es enorme.

 

Aprendizaje y mejora

 

Preguntado por los robots que le han dado la victoria en este certamen, señala que “cada uno de los robots en cada competición son un fiel reflejo de cómo se va aprendiendo y mejorando en esta disciplina”. El primero de ellos, confiesa, “fue un poco chapuza”, pues se basaba en un chasis prefabricado, dos baterías por separado y todos los componentes iban pegados con cola caliente. El premio que Álvaro y su equipo recibieron en aquella ocasión fue el de “Robot con mejor rendimiento”.

 

Tras esa primera experiencia, Álvaro decidió presentarse en solitario al siguiente ASTI Robotics Challenge, después de haber adquirido una impresora 3D, una de las herramientas fundamentales en robótica. El robot con el que se presentó esa edición, la segunda, era completamente diseñado e impreso por él mismo. Como batería, utilizó una LiPo que permite alimentar todo el dispositivo. El resultado fue un robot con un diseño mucho más limpio y estético, aunque todavía había un pero: la gran cantidad de cables.

 

Después de dedicar un par de meses a aprender cómo diseñar circuitos impresos, decidió volver a participar en la siguiente edición de ASTI Robotics Challenge. Fue entonces cuando pudo demostrar todos los conocimientos que había adquirido en momentos anteriores, logrando diseñar una placa que funcionase a la perfección. El robot tenía un pequeño chasis impreso en 3D y dos cables, el resto de las comunicaciones se producían en la placa. Gracias a ese proyecto, fruto del esfuerzo, Álvaro Martínez fue reconocido con el premio “Robot con mejor rendimiento” y “Campeón absoluto del ASTI Robotics Challenge”.